domingo, 7 de diciembre de 2014

La verdadera historia de Simón Bolívar, un ilustre y despótico revolucionario

 

Un hombre con una idea es un loco hasta que triunfa.
Mark Twain

Las huellas de los amigos que caminaron juntos nunca se borran. España y Venezuela siempre compartirán una historia común hecha con los mimbres del idioma, costumbres similares y una larga experiencia de convivencia truncada por una desavenencia final mal gestionada por las partes.
Simón Bolívar, descendiente de un linaje procedente de un pequeño pueblo del País Vasco, fue un hombre poderoso, ambicioso y visionario, con una mente preclara y apasionado en desmesura. De familia emigrada y decantada en la aristocracia criolla venezolana, su formación política e intelectual bebía de la Ilustración (Rousseau, Voltaire, Montesquieu, Locke, etc). Dio a América una nueva imagen inspirada en la libertad de los pueblos del nuevo continente y en los vientos de la Revolución francesa, que de no haber hollado nuestro país de manera tan violenta, podría haber sido el antídoto a nuestra galopante decadencia para tal vez reiniciarnos; pero las formas fallaron.
Tampoco se puede reducir, adjudicar o aplicar a su persona de manera exclusiva los méritos que se le arrogan. Una buena financiación y fuertes dosis de intervencionismo por parte norteamericana e inglesa apuntalaron sus victorias, lo que no va en demérito de su proverbial iniciativa e intuición táctica en los momentos que requerían la explotación de las ventajas dinámicas. (Leer más)

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